BUENOS AIRES (PED – TV Mundus) Por Andrés Pescara.- Tras el desastre industrial en la economía del conocimiento provocado por el régimen de Mauricio Macri el mercado de fabricación de computadoras sigue tratando de sanar las heridas. Cuando tomó el poder en la Argentina entre 2015 y 2019 liberó los derechos de importación y la economía de escala fue determinante para el cierre de plantas de ensamblado y fabricación. De los cinco millones de equipos fabricados durante del segundo gobierno de Cristina Fernández se pasó a solo 500 mil equipos en 2019.Durante el régimen del PRO sacaron el 35 % de impuesto que se cobraba sobre las importaciones. En el marco de la política de desindustrialización y extranjerización impulsada por el macrismo, esa falta de protección fue un golpe mortal para las empresas locales. Eso provocó casi 10.000 despidos que contaron con la suficiente pasividad (complicidad) de los gremios involucrados, entre los que hay que contar la UOM.
En la actualidad, los planes educativos están re-impulsando lentamente la re-apertura de plantas fundamentalmente en las regiones patagónicas. Algunas empresas locales (como Banghó) se convirtieron en importadores perdiendo su capacidad de fabricación. De a poco las líneas de fabricación (que después de cuatro años han quedado ligeramente desactualizadas) están comenzando a revisar procesos gracias al relanzamiento próximo del Plan Conectar Igualdad, donde el Estado Nacional activará la adquisición de millones de equipos destinados a los alumnos de la educación pública.
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